‘Revelados’ nuevos misterios de la Antártida

Hace 100 años después de la expedición que llevó al explorador Ernest Shackleton a la Antártida, se encontraron, en una cabaña abandonada en el Cabo Evans, una caja que incluía varios negativos fotográficos inéditos sobre la Expedición Imperial Transatlántica. La fundación neozelandesa Antartic Heritage Trust ha podido recuperar 22 de esas inéditas fotografias.

 

Como sabéis, el año pasado, y casi 100 años después de la expedición que llevó al explorador Ernest Shackleton a la Antártida, se encontraron, en una cabaña abandonada en el Cabo Evans, una caja que incluía varios negativos fotográficos inéditos sobre su hazaña polar 😉

Muchas de las placas fotográficas se encontraban congeladas y pegadas entre sí, pero, gracias al incansable trabajo de restauración que durante un año llevó a cabo la fundación neozelandesa Antartic Heritage Trust se ha podido revelar buena parte de ese material, lo que se ha traducido… ¡En 22 fotografías inéditas y en blanco y negro de esta increíble aventura!

Algo increíble teniendo en cuenta que la Expedición Imperial Transatlántica que dirigió el explorador polar anglo-irlandés Ernest Shackleton se realizó entre 1914 y 1917! El explorador inglés se convirtió en toda una celebridad al perder la carrera por ser el primero en llegar al Polo Sur ¡por tan sólo 33 días frente al noruego Roald Amundsen!

Los negativos, considerados como una pieza única a nivel histórico, estaban congelados dentro de una caja en la pequeña habitación que Herbert Ponting, fotógrafo de la expedición.

“No pensamos que la pequeña caja que encontramos tuviera nada de relevancia”, comentó el director ejecutivo de la fundación, Nigel Watson. Sin ninguna duda, este ha sido un hallazgo realmente emocionante, de gran valor histórico, un testimonio y un homenaje al legado que dejó Scott durante el tiempo que pasó en la cabaña  del Cabo Evans.

Y vosotros ¿Qué os parece este hallazgo? ¿No os parece increíble que hace cien años exploradores como Shackleton llegaran a conquistar el polo sin ayuda de dispositivos modernos? Y si vosotros fuerais, ¿Qué Garmin os llevaríais al viaje? 😉