¿Quieres ser un barefoot runner?

El barefoot running o minimalismo es una modalidad de carrera en la que los participantes van descalzos. Te explicamos qué es, de dónde viene y cómo se debe practicar esta filosofía de vida que cada vez gana más adeptos.

Barefoot

Seguro que recientemente has oído las palabras “minimalismo” y “barefoot” asociadas al running. ¿Sabes qué significan? ¿Te pica la curiosidad y te gustaría probar esta práctica? Te explicamos qué es, de dónde viene y cómo se debe practicar esta filosofía de vida que cada vez gana más adeptos 😉

El barefoot o minimalismo en el running no es más que una modalidad de carrera en la que los participantes van descalzos.

Se trata de una práctica antigua, pues en ya 1960 Adebe Bikila corrió la maratón descalzo en los Juegos Olímpicos de Roma.

En los últimos años este movimiento ha tomado verdadera fuerza, a partir de que, en 2009 Christopher MCDougall escribiese Nacidos para correr, un libro en el que narra la historia de la tribu Tarahumara, corredores naturales de largas distancias de América del Norte que durante siglos han recorrido descalzos cientos de kilómetros sin lesiones.

A pesar de ello, no existen estudios que aseguren una menor incidencia de lesiones con la práctica del barefoot, aunque sí es cierto que determinadas personas pueden beneficiarse de ella.

¿Te animas a probar si es lo tuyo? Pues ten en cuenta que si la transición es demasiado brusca, el riesgo de lesión aumenta. ¡Sigue estas pautas y lo evitarás! 😉

Realizar una progresión lenta. Empieza por distancias cortas y, paulatinamente, ve aumentando en distancia e intensidad. Recuerda que aunque estés acostumbrado a correr, al modificar la técnica, tu musculatura necesitará adaptarse.

Modifica tu técnica. Correr descalzo implica un acortamiento de la zancada, dado que el contacto del pié se realiza en los metatarsos y el arco del pié, justo bajo tu centro de gravedad, aumentando así la frecuencia de zancada. Procura adelantar tu centro de gravedad desde la cadera y trata de hacerlo en todos tus entrenamientos, siendo consciente de cada paso.

Fortalece tu musculatura. Al pisar con el metatarso y no con el talón, el impacto que antes absorbían tus zapatillas, se transferirá a tus rodillas y a la musculatura de tus muslos y piernas. Por eso deberás trabajar en el gimnasio o en casa para lograr un buen tono muscular. Estira bien y deja que tus piernas se recuperen después de cada sesión.

Rebaja el drop de tus zapatillas. El drop (diferencia de altura entre el talón y la zona de apoyo del metatarso de una zapatilla) influye mucho en tu técnica de carrera. Te recomendamos bajar paulatinamente la altura del talón de tus zapatillas hasta llegar al minimalismo completo y, por último, a correr descalzo. Recuerda, realiza los cambios poco a poco, ¡tus pies lo agradecerán!

Así que ya sabes, si estabas planteando introducirte en esta nueva forma de entender el running, con estas claves no fallarás. Ahora sólo falta salir a la calle con tu Forerunner y dar la primera zancada 😉