Cruzando la Antártida con Garmin

Cruzando la Antártida con Garmin

Imagina una expedición de más de 4000 kilómetros donde cruzas el remoto Polo Sur de una costa a otra durante 80 días. Luego, a todo ello añádele lo siguiente: ir solo dos personas, dormir en tiendas de campaña a temperaturas de menos 30 grados, y que vuestro medio de transporte consista únicamente en un par de esquís y un kite. ¿Suena imposible? No para Justin Packshaw y Jamie Facer-Childs que no están allí sólo para la gran aventura. Llevarán a cabo importantes investigaciones para el medio ambiente y el cuerpo humano. Sigue leyendo para obtener más información sobre el emocionante y sostenible viaje de estos valientes hombres, provistos de dispositivos Garmin.

La razón detrás  

Justin Packshaw está a punto de liderar esta expedición de 80 días – toda una aventura al viejo estilo. La clave de este viaje, largo y sin apoyo externo, se basará en el esfuerzo humano extremo, la ciencia y la tecnología de vanguardia. La investigación estará enfocada tanto en el estado ambiental de la Antártida como en el del cuerpo humano bajo estas circunstancias extremas. Al emplear esquís y kites para cruzar el glaciar,  esta expedición también será un escaparate para los viajes sostenibles en este entorno implacable. Justin y Jamie  están trabajando con la Agencia Espacial Europea (ESA), la NASA, el Laboratorio Snyder de la Universidad de Stanford y el Laboratorio de Intercambio de Autonomía-Cerebro de la Universidad de Florida Central. La información que recopilan también permitirá a los científicos predecir el cambio climático con mayor precisión.

Por supuesto, estos dos exploradores no son novatos. Justin ha dirigido expediciones por todo el mundo, incluidos viajes al Polo Norte y Polo Sur, ha hecho cumbre en el Monte Everest y ha navegado alrededor del mundo. Jamie es un médico de expedición, un aventurero entusiasta, y ya ha cruzado la Antártida antes . Su conocimiento de medicina para pacientes en condiciones de emergencia será vital en la expedición y en la investigación fisiológica que el equipo llevará a cabo. Registrarán y estudiarán su consumo diario de energía, y observarán el impacto del frío y de una dieta estricta en su metabolismo. Medir los efectos de una expedición extrema como esta también será crucial para el desarrollo de la medicina de expedición.

“El  viaje es un compromiso ambicioso, pero estamos súper entusiasmados con la investigación científica que estamos realizando. Estamos colaborando con la NASA y la ESA en la realización de unas extraordinarias investigaciones sobre nuestro estado físico y psicológico durante todo el recorrido, junto con una importante recopilación de datos sobre el ambiente. Jamie y yo nos estamos sometiendo a un riguroso y exhaustivo programa de pruebas, junto con el uso de la tecnología inteligente de Garmin las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para ver cómo nuestros cuerpos y mentes hacen frente a la travesía.

Todo estará monitoreado y analizado por el Snyder Lab de la Universidad de Stanford en California” – explica Justin. “En cuanto al aspecto medio ambiental de la expedición: la masa terrestre de la Antártida es 1,5 veces el tamaño de América del Norte, y encima de ella se encuentra gran volumen de hielo que constituye el 90% del agua dulce del mundo. Desde una perspectiva de preocupación por el cambio climático, es vital que mantengamos ese ecosistema estable y equilibrado, y esto es lo que estamos investigando también”.

El polo de la inaccesibilidad

Justin y Jamie se mueven de este a oeste durante su aventura para aprovechar al máximo los vientos predominantes. Pero cuidado, no están simplemente haciendo kite-ski  de costa a costa: están, literalmente, cruzando el centro y la parte más remota del continente – el  apropiadamente llamado Polo de Inaccesibilidad. Desde Novo, la base rusa donde comienza su viaje, viajarán alrededor de los 2,000 kilómetros hasta el centro del continente, un área donde apenas ha estado un selecto número de personas. ¿No es fantástico?  La meseta antártica está a 3,353 metros e inicialmente se moverán hasta ella contando solo con sus propias fuerzas, atravesando zonas de grietas bastante impredecibles, por lo que se tomarán su tiempo y serán extremadamente cuidadosos. Después del  Polo de Inaccesibilidad, viajarán con la ayuda del kite por alrededor de 900 kilómetros hasta el Polo Sur Geográfico, antes de lanzarse en los últimos 1500 kilómetros hacia la costa y su línea de meta.

Puedes imaginar que durante un viaje remoto y sin soporte como este, buscar ayuda puede ser un desafío: “Durante la mayor parte de los  80 días,  estaremos muy lejos de la estación más cercana, por lo que, si algo se rompe, ya sea nuestro kit o nosotros mismos,  tendremos un problema que tendremos que superar con astucia, iniciativa, y algo de suerte. Estamos llevando con nosotros la  tecnología inReach de Garmin, que realmente lo cambia todo, ya que significa que nunca nos quedaremos incomunicados, lo cual es muy tranquilizador, en el caso de que tuviéramos algún problema de orden mayor.”

“He trabajado con el equipo de Garmin durante los últimos quince años y han estado presentes en todas mis expediciones desde los polos hasta el Monte Everest, y este viaje no es diferente. De hecho, ¡me sentiría algo desnudo si no les tuviera allí para guiarme en mi camino! Como vamos a estar sin soporte, es imperativo que todo nuestro equipaje sea duradero, seguro y lo suficientemente fiable como para soportar la dureza que acompaña cualquier viaje a ese majestuoso continente. Un proyecto como este requiere enfoque mental y exige los mejores recursos disponibles, y Garmin ciertamente ha asumido el reto en este sentido”, comenta Justin.

Quehaceres cotidianos en el medio de la nada 

Durante la expedición, el equipo tendrá que llevar un estilo de vida muy organizado y ser extremadamente metódico. “Esto agudiza tu mente con respecto a lo que es importante”, explica Justin. “Es como ir a otro planeta, has de ser muy adaptable, para operar de manera eficiente y a la vez tener una gran flexibilidad y respeto hacia el poder y los estados de ánimo fluctuantes de la Madre Naturaleza. Es un lenguaje simple, donde tu prioridad es cuidarte a ti mismo, a tu compañero de equipo y a tu equipaje. Es un código de vida catártico, ¡y ciertamente hace que uno  aprecie todas las cosas que tenemos en nuestra vida cotidiana normal! “

El equipo lleva todo su kit arrastrando un trineo con su comida, combustible, equipaje, kit de comunicación, paneles de carga, Kites, aparatos de investigación, etc. El combustible les ayuda a derretir el hielo en agua para sus alimentos y bebidas. La energía para aparatos tales como smartphones, drones, cámaras, y dispositivos Garmin, se genera de forma natural, utilizando paneles solares. Al tener 24 horas de luz diurna durante su viaje, podrán colocar sus paneles solares cada noche para cargar las baterías. Pero no pienses que, cuando llegue la hora, los dos puedan tranquilamente estirar las piernas, relajarse y arroparse para disfrutar de una buena noche de sueño: la temperatura en su tienda será tan fría como en el exterior, es decir, entre los  -20 y los -35º Celsius. Piensa que tu congelador, en casa, alcanza los -16º  Celsius, por lo que el dúo debe prepararse para pasar una noche realmente fría!

La comida es uno de los aspectos más vitales para llegar al final de este viaje. En un ambiente de frío extremo, especialmente cuando trabajas duro y tienes que hacer kite durante 10 horas al día, quemas muchas calorías. Esto puede sumar hasta  8.000 calorías por día, ¡lo  mismo que un corredor del Tour de Francia quema por una etapa! “En casa, tendrías que comer sin cesar para alcanzar esta cantidad”, dice riéndose Justin. “Pero, allí,  tenemos que cargar con toda la comida, por lo que nuestros alimentos liofilizados tienen que estar llenos de calorías pero, a la vez, no resultar demasiado pesados. Se ha aplicado mucha ciencia en ello gracias a FirePot Foods, que lo ha arreglado todo para nosotros con la ayuda de las Agencias Espaciales – todas personas muy inteligentes y acostumbradas a abordar problemas parecidos, al tener que proporcionar una dieta equilibrada y nutricional a los astronautas en la Estación Espacial Internacional .”

Te preguntarás cómo diablos se puede ir al baño en el Polo Sur: el equipo me dice que, tanto si es una necesidad “líquida” como si es más bien “sólida,” ¡ámbas se hacen muy rápido! Curiosamente, puesto que la Antártida es un ambiente prístino, sin entidades vivas (virus o bacterias) en la mayor parte de la meseta, existe un protocolo universal que obliga a no dejar basura en el entorno- es decir, nada en absoluto, ¡incluidas tus propias cacas! “

¿Inspirado por la expedición?

¿Acaso no soñamos todos con vivir una aventura? Grandes historias como estas nos llenan de asombro y nos inspiran a salir y a ver y hacer cosas. Según Justin y Jamie, ellos son dos personas bastante ordinarias, y opinan que todo el mundo sería capacitado para seguir sus pasos, de una forma u otra. “No somos distintos de cualquier otro. Hay por allí muchos eternos soñadores, sentados en el sofá de su casa mientras sueñan con aventurarse en una etapa del Tour de Francia, escalar esa gran montaña, navegar por ese océano,  o tal vez querer aprender a tocar el piano… ¡mi consejo es que se atrevan, y comiencen a hacerlo! El mundo está ahí para que todos lo veamos, y es un lugar tan emocionante, gratificante  y sorprendente para ir y explorar, para aprender y ver. Simplemente, comienza este viaje, por más difícil e intimidante que parezca; y eso te empujará hacia otro lugar, y luego al siguiente y así sucesivamente… y de repente estarás donde Jamie y yo estamos ahora, a punto de tener la aventura de nuestra vida. “

Justin concluyó con una maravillosa cita de Goethe: ” Cualquier cosa que pueda hacer, o soñar que pueda hacer, comience. ¡La audacia tiene genio, poder y magia en ella!”.

¿Quieres seguir a Justin y Jamie durante su aventurera expedición? ¡Simplemente visita www.chasingthelight2021.com o en Instagram a través de @justinpackshaw  para no perderte nada!