El SOS inReach número 10.000: un pie en la dirección equivocada

En octubre de 2022, anunciamos que más de 10.000 personas habían recibido ayuda tras activar señales de socorro SOS en sus dispositivos inReach®. Entonces, ¿cuál fue el incidente SOS número 10.000 de inReach?

El Centro de Respuesta℠ de Garmin recibió tres mensajes inReach SOS distintos, todos ellos informando de una caída en moto de cross y de una grave lesión en la pierna.

El herido era Kyle McKillop, un suscriptor de inReach de 33 años bien experimentado en las actividades al aire libre. Va de acampada, practica el ciclismo de montaña, el snowboard y el dirtbike en el noroeste del Pacífico. Al principio, compró un dispositivo de comunicación por satélite inReach de Garmin para tenerlo consigo en sus viajes en solitario por el interior del país.

“Pensé que sería una buena idea hacerme con uno tras un incidente con una avería mecánica que me hizo llegar muy tarde a casa”, explica. “Ha sido una forma estupenda de mantener informada a mi mujer si ocurre algo mientras estoy fuera”.

Sin embargo, aquel día de otoño de 2022, McKillop estaba con otros cinco amigos. Planeaban hacer un recorrido circular de entre 100 y 120 km por una zona y unos senderos que conocían bien. 

Cuando llevaban recorridos más de 30 km, el grupo estaba rodeando una curva pronunciada, con mucha pendiente y con raíces que McKillop ya había recorrido en otras ocasiones sin problemas. Para tomar impulso, empezó a acelerar para llegar a la cima de la curva. Fue entonces cuando ocurrió lo que él llama “el incidente”.

Al aumentar la pendiente de la colina, McKillop perdió el equilibrio y empezó a caer. Como no quería que su moto cayera por la pendiente, McKillop intentó saltar de la parte trasera de la moto y empujarla hacia la colina. Saltó, cayó de pie y giró sobre sí mismo para evitar caer por la pendiente. La maniobra tuvo éxito y evitó que su moto cayera por la colina.

Pero al retorcerse, se dio cuenta de que su pie no se retorcía con el resto del cuerpo. Estaba atrapado en unas raíces y, por tanto, anclado al suelo.

“Cuando miré hacia abajo, mi pie apuntaba completamente hacia atrás”, dijo. “Permanecí de pie pero no podía creer lo que estaba viendo. Se me revolvía el estómago al verlo”.

Soltó el pie de las raíces y saltó sobre un pie hasta un lugar del sendero donde podía tumbarse. Cuando miró a sus amigos, le devolvieron la mirada, asombrados.

“Sabía que teníamos varios dispositivos inReach entre los miembros de nuestro grupo, y sabía que iba a hacer falta un helicóptero para sacarme”, dijo. “Estábamos a más de 16 km de la carretera forestal más cercana, con importantes características del terreno que impedían que fuera posible sacarme de allí por tierra”.

En cuestión de instantes, Garmin Response, el centro de coordinación mundial de respuesta a emergencias, con personal disponible las 24 horas del día y los 7 días de la semana, informó a McKillop y a los demás usuarios de inReach de que se había contactado con los servicios de emergencia y que estos estaban en camino. Informaron al grupo de que el equipo de rescate no dispondría de una camilla de rescate y que tendrían que encontrar un lugar para que aterrizara el helicóptero. De lo contrario, el equipo de rescate habría tardado 8 horas en llegar al grupo a pie.

Mientras tanto, McKillop agonizaba. Sus amigos se apresuraron a encontrar la forma de llevarlo a un lugar donde pudiera recogerle el helicóptero. Crearon una camilla con ramas y paracord, lo cargaron en ella y lo llevaron hasta una cresta.

Cuando llegó el helicóptero, la zona de aterrizaje no era lo bastante llana. Los paramédicos se bajaron para ver cómo estaba McKillop mientras sus amigos buscaban otros lugares para aterrizar. Por desgracia, no había nada mejor cerca, así que todos empezaron a apilar rocas en una loma para crear una zona de aterrizaje para el helicóptero.

“El piloto y los paramédicos estuvieron impecables, pero dijeron que era uno de los rescates más difíciles que habían hecho nunca”, dijo McKillop.

Tras 45 minutos de vuelo y otros 45 minutos en ambulancia, llegó al hospital. Tenía la tibia y el peroné rotos y el tobillo dislocado, una lesión increíblemente dolorosa. Aun así, McKillop pudo llegar a casa al anochecer.

“La hora del incidente eran las 11:30 de la mañana, y llegué a casa sobre las 9:30 de la noche”, dijo McKillop. “Estoy muy impresionado por la rapidez con la que funcionó el sistema inReach y consiguió que un equipo de rescate llegara hasta mí”.

McKillop dijo que tener el inReach le proporcionó comodidad durante toda la prueba.

“Recomendaría sin duda alguna a todos los que hacen excursiones a lugares remotos  que tengan un inReach”, dijo. “Saber que había un equipo de rescate respondiendo y que tenían mi ubicación GPS exacta me ayudó a mantener la calma”.

Más información sobre los 10.000 incidentes SOS de inReach

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